Fuente: www.diagonalperiodico.net
En el año 2007 se sembraron unas 600 hectáreas de maíz insecticida BT (único cultivo autorizado, destinado en teoría a la alimentación animal) en Andalucía. Aunque la mayor entrada de transgénicos se produce en la importación de maíz y soja modificada genéticamente para la alimentación del ganado intensivo, no hay que olvidar los cultivos transgénicos experimentales.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino no ha ocultado, en este caso, las once solicitudes de campos experimentales al aire libre de maíz transgénico de las empresas Monsanto, Pioneer y Procase en un total de 67 municipios de Andalucía, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura, Navarra, Galicia y Cataluña. Las principales empresas biotecnológicas se alían, en ocasiones, con las universidades para estos experimentos.
También denuncian el nulo esfuerzo de las administraciones por facilitar información y garantizar la transparencia acerca de las aplicaciones tecnológicas que se presentan como innovaciones positivas (terminator, transcontainer, nanotecnología, etc).
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